Tipos de violencia Psicológica




Moralización: Es una forma muy sutil de control. La persona se cree dueña de la verdad absoluta y juzga a los demás con su baremo. Lo hace con palabras paternalistas, desde el prisma es que es una persona respetable. “Una buena esposa es la que da placer a su marido aunque no le apetezca, así que vete preparándote”.”Un buen padre debe velar por sus hijos, y si pienso que debes estudiar medicina en vez de dedicarte a la pintura lo hago por tu bien”.

Interpretar: Este tipo de comunicación supone que la persona que habla hace una lectura de pensamiento del otro. “No vas a dormir conmigo porque estás vengándote de lo de ayer”. “Seguro que piensas que no soy capaz de hacerlo yo sola”.
Tergiversación: El agresor sospecha de la intención del emisor y reacciona como si éste fuera a criticarlo. Ante la frase: “Hoy la comida está buena” la respuesta agresiva sería: “Quieres decir suelo cocinar mal, ¿no es eso?”.

Interrogar: La persona agresiva se dedica a preguntar en plan policiaco. Muchas veces está el tema de los celos como tema de este tipo de preguntas. “¿Puedes darme una buena explicación por la qué entienda yo que has llegado a las 17:35 y no a las 17:30 como quedamos?¿No te estarás viendo con esa?¿Qué?¿Es buena en la cama?”.

Mandar u ordenar: Imaginemos por un instante que nuestra pareja tiene la costumbre de mandar hacer o lo que es lo mismo, de ordenar. Una persona normal se dará cuenta de qué él otro podría hacer muchas cosas que delega y lo qué es más molesto, es la forma de expresión tan negativa añadiendo a ello una creencia de superioridad implícita. Frases cómo: “Quiero que me planches los pantalones con raya, cómo a mí me gustan, ¿es qué tu no sabes nada?”. El maltratador piensa que el respeto de los demás se obtiene de esta forma, sometiendo a la gente a su voluntad y la mayoría de las veces no practica con el ejemplo, es decir le gusta que le hagan pero no le gusta hacer.

Imponer soluciones: El individuo toma la decisión sin consultar a los demás miembros de la familia o a la pareja. “A mí me apetece ir a Madrid en vacaciones, así qué para qué hablar más. Lo he dicho yo y basta”.”Donde manda patrón no manda marinero”.

Criticar: Existen dos tipos de crítica, la constructiva o sugerencia y la crítica destructiva. Nos centraremos en esta última, que provoca un malestar en la persona que la recibe. La primera sirve para buscar una solución, la segunda se basa en la confrontación. “Si no fueras un calzonazos, ya tendríamos la casa en la Sierra y yo no tendría que trabajar”.”Eres una pesada, todo el día hablando de tu madre.¿Te he hablado alguna vez de mi familia sin qué me lo preguntaras?”.

Ridiculizar: Burlarse del otro en algún aspecto. “Te molesta qué bailé con Alberto, tu compañero de trabajo en la cena, ya? pero sí tú eres un pato mareado y además no te gusta bailar, en cambio él es como Fred Astaire y yo me siento como Ginger en una de sus películas. Mira el vestido que me compré, ¿crees qué estando sentada contigo, un patoso con cara de payaso, me iba a poder lucir en la fiesta de tu empresa?”.

Despreciar: Menospreciar al otro individuo. “¡Eres una inútil, no haces nada a derechas!”. “Una chica tan estrecha, me estás haciendo perder el tiempo”.

Reprender: La persona en vez de sugerir cambios, directamente critica de forma destructiva: “La tortilla es una bazofia, está intragable, eres malísima cocinando y me tienes harto, parece que lo haces aposta. Mi madre, esa sí qué sabe”.

Amenaza o coacción
: En el maltrato psicológico que lleva años es muy típico encontrar que el agresor o agresora amenaza o coacciona si no se cumple algo con hacer o dejar de hacer algo. Es bueno recordad que el Código recoge la figura de las amenazas y coacciones cómo delito, esto muchas veces se pasa por el calor de la discusión. “Si me abandonas, te mato”. “Cómo no calles a ese asqueroso mocoso, le parto la cara”.

Culpabilizar y hacerse la víctima: Este fenómeno es muy corriente. El agresor proyecta su agresividad en la víctima y se percibe como inocente. “Ella me provoca, soy un hombre y debo responder así, si la pego o me enfado es porque me saca de mis casillas, ella se lo ha buscado. Es la verdadera culpable, además una paliza o qué la pongan en su sitio le viene bien”.

Pseudoaprobación: La persona aparenta comprensión pero deja un poso de culpabilidad en la persona que la escucha?Sí es cierto qué tu madre está en el hospital, lo entiendo, sé qué la quieres, bueno? y está su marido, qué esa es “aquí te espero, estaré solo, esperándote, echándote de menos para que me hagas la cena, pero lo entiendo, ella es lo primero para ti. Vete cariño”.

Tranquilizar:
La persona tras haber hecho algo malo, tiende a indicar qué la otra está nerviosa, qué no controla sus emociones y ella le pide qué se tranquilice, demostrando lo buena persona qué es. “Sí, estaba con Ana en la cama, tranquilízate, estás histérica…si no es para tanto. Te sentirás mejor cuando me vista y nos vayamos a casa, tranquilízate. Te pones nerviosa por tonterías.”.

Retirarse: Hay un tipo de agresividad que se caracteriza por la pasividad, por la falta de compromiso para arreglar la situación. “Me molesta verte así, me voy no sé cuándo volveré. No te molestes en esperarme, a lo mejor ni vengo en varios días”. Se trata de una respuesta pasivo-agresiva muy difícil de rectificar en la persona que elude el conflicto. Imaginemos que hablamos sobre un tema importante y de golpe el otro sin dar una explicación desaparece.

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